En una conferencia conjunta, la ministra de sanidad Ana Mato y la ministra de empleo Fátima Bañez han anunciado que la llegada del ébola no ha sido casual, sino que se encuadra dentro de la estrategia del gobierno para acabar con el paro.
"Calculamos que a finales de 2015 todos los inmigrantes habrán huído despavoridos de España, y la población nativa se habrá reducido en 200.000 personas gracias a la enfermedad. Con esas medidas, el paro volverá a estar por debajo del 20%", han anunciado con un powerpoint de colores muy femeninos.
"Confiamos que los profesionales médico-sanitarios sean los más afectados por la plaga, lo que permitirá reducir los costes de la Sanidad y facilitar que su gestión sea mucho más atractiva para los sectores privados. Cuanto más dinero ganen, menos tendremos que gastar dentro de una década para rescatar a los hospitales quebrados", han insistido, mostrando imágenes claramente sacadas de la serie Walking Dead.
El presidente del gobierno Mariano Rajoy ha intervenido por videoconferencia en un discurso grabado y doblado por Ramón Langa, para darle mayor énfasis, donde aseguraba que España "vuelve a ser pionero a nivel internacional, y pronto volverá a la senda del crecimiento, aunque sea patológico, que es de lo que más sabemos".
Reacciones variadas
Las reacciones no se han hecho esperar, desde José Antonio Monago, presidente de la Junta de Andalucía, que ha anunciado un referendum para que su comunidad abandone España y se una a Portugal, hasta Pafman, representante de la población de murciélagos españoles, que ha querido dejar claro que ellos no tienen nada que ver con la llegada del virus a España.
Pero las palabras más polémicas han correspondido una vez más a Pablo Iglesias asegurando que la casta política no está preocupada porque cuentan con una vacuna que no quieren compartir. Por su parte, en Plaza Podemos, los integrantes del joven partido están discutiendo si la homeopatía es válida contra el ébola.
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