Los últimos osos del Pirineo han comenzado un éxodo lento hacia el norte de Europa en busca de mejores oportunidades, siguiendo los pasos de otros animales como las cigüeñas o la juventud con títulos universitarios.
El Observatorio Local del Oso Pirenaico (POLO en inglés) ha confirmado gracias a los chips implantados en algunos especímenes cómo éstos han cruzado la frontera y avanzan haciendo autoestop. "Después de tantos años luchando para aumentar la población osezna, la crisis les está forzando a irse", ha declarado Piluca Marrón, presidenta de POLO, con lágrimas en los osos. Según su opinión, la culpa la tienen los políticos, que durante los últimos años llenaron el Pirineo de torres de apartamentos dejando poco espacio para la vida salvaje. Finalmente, la explosión de la burbuja inmobiliaria y el empeño del Gobierno en rescatar a los buitres y carroñeros en vez de a los plantígados, les ha llevado esa difícil decisión.
La canciller alemana, Ángela Merkel, ha dicho que en Alemania hay peces de río suficientes para los osos españoles, y ha rechazado la idea de que su país esté enriqueciendo su fauna con especies de otros lugares aprovechándose de la crisis. "Alemania está abierta para todos, no vamos a repetir errores del pasado gaseando plagas de alimañas."
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